La obra que os introduzco a continuación es desde mi punto de vista una interesantísima opción para despertar en los niñ@ el gusto, el interés y la atracción por espectáculos como el teatro, el circo, la música...
En Rudo, un hombre crea torres y figuras con cajas de madera a las que se sube para hacer equilibrios acompañado por la música en directo de un violén y un violoncelo. La propia grada donde se sientan los espectadores es como una vieja carpa, es destartalada y parece que vaya a desmontarse de un momento a otro, todo ello a apenas un metro de donde se realizan los equilibrios y acrobacias.
En Rudo el espectador se encuentra atrapado dentro de un espacio íntimo y esta proximidad con la pista invita a compartir los riesgos, equilibrios y anhelos que exibe el actos.
Los niñ@s sin duda se quedarán con la boca abierta, y vosotros también, ¡os lo garantizo! Tuve la oportunidad de verla hace unos meses y ¡me encantó!.
Próximamente en Málaga...
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